sábado, 10 de enero de 2009

No me entregues todo lo que te pida, a veces solo pido para ver hasta dónde puedo llegar.
No me hables en voz alta, te respeto menos y me enseñas a contestar de la misma manera, y no quisiera hacerlo.
No me des siempre órdenes, si en vez de órdenes me pidieras cosas, yo las haria mas rápido, con mas ganas.
Cumple las promesas, si me prometes un premio dámelo, pero si es un castigo, dámelo tambien.
No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana, si tú me haces lucir mejor que los demás alguien va a sufrir, y si me haces lucir peor, quien sufrirá soy yo.
No cambies de opinion tan a menudo sobre lo que debo hacer, decídete y mantén esa opinión.
No digas mentiras delante de mi, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro, me haces sentir muy mal y perder la fe en lo que me dices.
Cuando yo haga algo malo, me podrás exigir el porqué lo hice, pero a veces ni yo mismo sabré.
Cuando estes equivocado en algo admítelo, y crecerá la opinión que yo tengo de ti, y me enseñaras a admitir mis equivocaciones tambien.
Tratame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos, porque somos "familia". Eso no quiere decir que no podamos ser "amigos" también.
No me digas que haga una cosa y tú no la hagas. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque tú no lo digas, pero nunca haré lo que tu digas y no hagas.
Cuando te cuente un problema mio no me digas: "No tengo tiempo para tonterias" o "Eso no tiene importancia", trata siempre de comprenderme y ayudarme, quiéreme y dímelo.
Sos mi compañero de toda la vida, mi guía y mi ejemplo.

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